Un abrazo Enrique y gracias por tu apoyo a esta gran familia.
El PARADOR DE BAIONA es uno de mis favoritos en la Red pública de Paradores de Turismo de España, y tengo, además, mucho afecto a su gente, seguro que no sólo porque mi padre y buena parte de mi familia fueran/sean eso tan importante ¡gallegos!
A esta foto, que hice en mi habotación, la tengo mucho cariño, y por ello la pongo aquí, dando paso a otras para hacer esta noche un pequeño y humilde homenaje personal al Parador de Baiona y su gran familia.
Desde esta impresionante terraza del Salón Gondomar de ese precioso Pazo que es el PARADOR DE BAIONA, asomado a toda esa amplitud azul, serena, llena de vida que se ve desde ella, parece que nunca malo jamás pueda pasar, y mucho menos a esa red tan querida para mí en la que se encuentra ubicado el precioso Parador...
Pero como en este espléndio óleo que se encuentra en el Salón Gondomar, uno de los más bellos de PARADORES, a veces se arman tremendas tempestades que amenazan con dar al traste con la hermosura, el trabajo, la belleza, el sustento, los valores, y toda la calma y la serenidad entra en crísis...
Y es entonces cuando en vez de abandonar el barco uno debe coger las maletas (unas maletas que hace mucho años que no me gusta que me acarree nadie, pues considero que esos tiempos pasaron, y que si cada uno, o una, soportamos nuestro propio peso, queda más repartido y más justo) para quedarse donde haga falta por poco que uno pueda hacer...
Con el deseo de que nunca se tengan que volver a utilizar los cañones para defenderse, ni las cruces para los caídos luchando por intentar conseguir lo que les pertenezca...
Y piensa dando una y mil vueltas a esa irrepetible fortaleza que hay que tener eso, fortaleza para y calma en la tempestad para saber salir de ello lo menos damnificado posible...
En la seguridad de que cuando hay buena intención, cuando no existe la mal fe, cuando lo que prevalece son la palabra, las ganas y el compromiso, alrededor de una mesa en la que haya pulpo a feira, unas croquetas como las que hacen en Baiona, y unas cuantas cervezas, mirando a la ría se puede resolver todo...
Y con entendimiento y, sobre todo, nobleza y empatía, sin dejar de pensar nunca en los que menos tienen, en los más débiles, en los que más pueden zozobrar en la tempestad, llegar, juntos, a conseguir un mar en calma en el que nuevamente, pueda navegar PARADORES como un barco de vela; empujado por el viento del esfuerzo, no arrastrado por el huracán de la tempestad...
Y que este entrañable postre do mariñeiro cansado, que se daba a estos después de volver de luchar fuerte contra las inclemencias, contra fuerzas muy superiores, y que con el paso del tiempo formó parte del exquisito "Arte Breve de Cocina del PARADOR DE BAIONA, sea una recompensa al esfuerzo, a la templanza, y a la inteligencia tras conseguir el objetivo...
Muchos clientes, mejor muchos amigos, y muchos Amigos de PARADORES, así lo estamos esperando desde una prudente y discreta pero solidaria posición...
Pues nada nos gustaría más que volver a poder sentarnos en esta inigualable terraza del Salón Gondomar del PARADOR DE BAIONA, o en otras muchas, también preciosas, en la seguridad...
De que cuando llegue la noche podemos descansar tranquilos, reposados, pensando que la gran familia de PARADORES y su histórica, irrepetible, e inigualable Institución están a salvo ¡Que así sea!
Un abrazo.
El más fuerte de los abrazos a todas esas personas que desde que yo era un adolescente que dudaba si algún día podría ir a algún Parador más que aquel que me dejó noqueado en Ávila, cuando el PIO (Principio de Igualdad de Oportunidades) del régimen franquista me llevaba a las colonias de verano, no ha dejado de trabajar, de atender de ayudar, de colaborar decisivamenmte a que la Red pública de PARADORES sea única en el mundo, y deseada por este.
ResponderEliminarA todas aquellas y aquellos a los que sus madres, ya trabajadoras de la Casa, les daba el pecho entre platos y fogones porque la Casa era la suya.
A quienes por haberlo mamado así, han seguido atendiendo PARADORES como les enseñaron sus padres en los Albergues Nacionales de Carretera, en las hosterías, en los refugios de montaña .
Decían los míos que de bien nacidos es ser agradecidos, y yo he visto mucho agradecimiento en los establecimientos de PARADORES, lo sigo percibiendo, disfrutando cuando alguien, cada vez más dividido, más multifunción, dedica parte de su tiempo a compartir conmigo lo que para ambos es una pasión de vida.
La diferencia es que ellos, vosotros, vivis y coméis siempre de esa pasión, que es profesión a la vez, y por eso espero y deseo, y si pudiera, como cliente, exijo, que igual que vosotros habéis luchado por colocar esa Red hotelera en el prestigio que le habéis dado, os sea dvuelto, correspondido, el mismo trato.
Estoy completamente convencido de que con un trato contrario nada puede salir bien, y nadie, a la corta o a la larga, puede salir ganando. Y mucho menos esa palabra que tantas horas de felicidad, y de humanidad me ha dado y me da: PARADORES.
Yo deseo pues, que gane PARADORES, o sea todos. Lo deseo con la misma fuerza que en los años 60 miraba a la armadura en la Puerta del Parador Nacional "Raimundo de Borgoña".
Enrique Vales Villa
Muchísimas gracias a usted; D. Enrique Vales Villa, por este alegato a nuestra empresa, o lo que es lo mismo a todos nosotros que formamos parte de lo que es hoy PARADORES.
ResponderEliminarDe todo corazón en el nombre mío, que viene del “corazón” del parador al que usted da nombre en su blog. Y que seguramente sea el corazón de todos mis compañeros y compañeras del resto de paradores. Desde ahí adentro le doy las gracias porque solamente clientes-amigos como Vos, son los que nos animan en esta lucha sin igual, o tal vez sería más oportuno decir tan desigual.
Ojalá esto no fuera más que una lucha por nuestros derechos pactados mediante un Convenio Colectivo. Si no que es la lucha por una forma de vida, por una forma de ser y por un proyecto creado con anterioridad por nuestros antiguos compañeros, que costó mucho y gastó muchísimos esfuerzos y que disfrutamos actualmente el conjunto de todos nosotros.
Ese esfuerzo siempre fue repercutido en Ustedes, nuestros clientes y a la vez también nosotros fuimos merecedores de sus gratitudes, por compartir ese proyecto junto. Sin ese binomio clientes-empleado, nunca hubiéramos tenido Amigos de Paradores.
A lo largo de la historia de esta empresa las anteriores cúpulas Directivas y Consejeros de las Dirección y demás parásitos de los altos pisos y con ventanas al mar, ni supieron, ni trataron, ni intentaron hacer que su estancia en cualquiera de nuestros establecimientos fueran de su agrado.
Y son ellos los únicos que quieren acabar con todo esto. A nosotros solo nos queda seguir trabajando para que Ustedes no puedan sufrir en sus hospedajes, la angustia, la injusticia, la indignidad y un futuro totalmente desalentador de la que hoy en día nos encontramos los trabajadores de esta maravillosa empresa.
Desde el corazón de “Raimundo de Borgoña”.
Para el Anonimo de las 16,39 y para D. Enrique Vales, Felicidades, lo habeis clavado.
EliminarAnonimo que pena que Tú opinion tan OBJETIVA y FIEL quede en el anonimato, me gustaria conocerte. Pronto, tal vez muy pronto espero dejar unas fotos y notas de lo que Paradores es y ha sido, lo mejor, lo ya apuntado sus TRABAJADORES y sus CLIENTES y como muy bien mencionas las cupulas Directivas y Consejeros de Direccion salvo alguna excepcion que las hay, fueron autenticos parasitos como dices, pelotas y serviles de los clientes, que no servidores y, autenticos triperos del buen comer y mejor beber...
Un furte abrazo amigo y camarada de fatigas en esta estapa insegura de paradores. Tu conoces muy bien el sentir de muchos de nosotros, aprecias el humilde y cuidadoso trabajo de generaciones ya de trabajadores y trabajadoras. Camareros, cocineros...todos agradecemos tu generosidad y ese desinteresado apoyo.
ResponderEliminarTe esperaremos siempre con las puertas abiertas, estas in tu casa amigo.