Por ahora no dimito

Cuando alguien le pide la dimisión a alguien no lo hace de forma anónima, y todos sabemos quien la está pidiendo, a quien se la está pidiendo y los motivos por los que la pide. Aquí hay una serie de "personajes anónimos" que no tenemos ni siquiera seguridad de que sean trabajadores de esta empresa ni que estén legitimados para decir lo que dicen, que están pretendiendo utilizar estas páginas para criticar la labor de sindicalistas sin atreverse a dar la cara.

Durante un tiempo la posibilidad de hacer comentarios en este blog estaban limitadas a aquellas personas que se identificaban con una cuenta de correo. Los efectos de esto fueron un solo comentario. Una vez abierta de nuevo la posibilidad de hacer comentarios anónimos surgieron algunos pidiendo mi dimisión, mi vuelta al trabajo en el Parador y cuestionando mi trabajo, todos ellos cargados de rabia y bajo el anonimato. Ninguno de estos comentarios fueron autorizados porque no aportan nada positivo y sobretodo por no estar identificadas las personas que los hacen.

De todas formas en lo que respeta a mi dimisión, quiero manifestar que esta solo se puede producir por una decisión personal y en el momento en que yo lo considere oportuno. He sido elegido como representante de los trabajadores en una elecciones libres y democráticas para que durante cuatro años ejerza las funciones establecidas para esta figura en la legislación. Cuando decidí presentarme asumí esta responsabilidad y desde ese momento intento ejercerla con la mayor responsabilidad posible y no dimitiré mientras me encuentre con fuerzas para seguir haciéndolo. De todas formas si cualquiera de las personas que participaron en las elecciones libres y democráticas en las que salí elegido considera que no estoy cumpliendo con la labor para la que fui elegido, solo tiene que plantearlo y utilizar la ley para proponer mi revocación. El Estatuto de los Trabajadores establece como hacerlo y no es demasiado complicado.

Por otro lado, mi vuelta de nuevo al trabajo en el Parador se producirá cuando se tenga que producir, cuando esté obligado a hacerlo o cuando para ejercer mi labor sindical no sea necesaria la liberación.

Al o a los anónimos que piden mi dimisión los animo a que, si consideran que no debo seguir siendo representante de los trabajadores, expliquen sus razones y propongan mi revocación. En la política no hay forma de revocar a un cargo electo, pero en lo sindical si y para hacerlo solo hay que seguir unas sencillas normas, aunque hay un pequeño inconveniente, para hacerlo hay que enfrentarse a una asamblea y dar la cara.

A partir de la publicación de esta entrada doy por aclarada mi postura y la de este blog y sigo intentando que El Comedor de Familia siga siendo un medio de información, aclaración de dudas y para compartir experiencias.

De todas formas estoy en condiciones de dar explicaciones sobre cada una de las cosas que hago a nivel sindical, con la única condición de que quien solicite estas explicaciones lo haga con nombre y apellidos. Creo que debería ser fácil de entender que no esté dispuesto a dar explicaciones a un fantasma, a una sombra que no tiene ni cara ni ojos.