sábado, 19 de septiembre de 2009

Nocturnidad en vacaciones 2

El pasado mes de febrero y después de que nos llegasen noticias de que no se estaba abonando la nocturnidad en vacaciones, dimos los pasos necesarios para solucionarlo y que se abonase este concepto en el período de vacaciones en todos los Paradores.

Se le dio publicidad al tema para que todos los trabajadores y trabajadoras conociesen este derecho, con notas para los tablones de anuncios e información en este blog ( http://elcomedordefamilia.blogspot.com/2009/01/abono-de-la-nocturnidad-en-vacaciones.html ). Además se comunicó la anomalía a la dirección de la empresa y desde Personal nos consta que se envió a los centros una nota para que se abonase.

El pasado mes volvimos a mandar una nota a los Paradores haciendo un recordatorio sobre este tema.

Pues después de todo esto, hoy me llegan noticias de que al menos en un Parador no se está abonando ¿Cómo puede ser? Tanto los trabajadores y trabajadoras, como las oficinas de los Paradores tienen información suficiente ¿Porqué sigue habiendo personas que teniendo derecho siguen sin cobrarlo? No lo entiendo y no creo que exista una explicación lógica a esta pregunta.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Un comentario anónimo

El día 16 de septiembre, en el apartado de denuncia, de forma anónima se hizo un comentario que creo que merece un apartado específico en este blog. Solo espero que a su autor o autora no le parezca mal mi atrevimiento.

Considero que es muy interesante que abramos un debate sobre este tema, por lo que lo transcribo a continuación, eliminando únicamente los dos nombres propios a los que hace referencia.
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Anónimo dijo...

“Yo soy de los que opinan que tenemos la empresa que merecemos. Es decir, aquí puede verse claramente: no estamos unidos, muy pocos apoyan al comité actual, y los que están en contra, tampoco parece que estén dispuestos a presentarse en unas nuevas elecciones para ocupar su lugar y hacer las cosas de manera distinta. La dirección de personal sabía esto, de la misma manera que lo saben todos los directores y jefes de departamentos. Ellos creen tener la sartén por el mango, como de hecho la tienen, y los empleados vivimos en la utopía de que quizá mañana, si saco una plaza aquí o allá, de no sé qué nivel, entonces las cosas mejorarán.
Señores, yo que ya llevo muchos años, y los que aquí suscriben parece que llevan más, deberíamos tener todos claro que a esta empresa, la calidad, la amabilidad y la leyenda les importa un pimiento de padrón. Y esto, a unos les picará y a outros non, pero el caso es que a los de arriba, el que la empresa vaya bien o mal se la trae al pairo, lo que les interesa es subirse la nómina y los pluses y los eco este año, y al que viene Dios dirá, porque la experiencia nos ha demostrado a todos que, aunque esta empresa se gestione fatal (como se ha estado gestionando los últimos 20 años), da igual, porque sigue dando beneficios. Y aunque los directores actuales inviten a toda su familia a comer todos los fines de semana, o se vayan a distraer las caderas todas las noches engañando a su mujer que duerme plácidamente en la vivienda (doy fe, estuve años de turno de noche), o hagan la compra mensual en las cámaras de cocina, o se metan a las chiquitas de prácticas en el despacho a solas y cierren las cortinas..., señores, a la empresa le da igual, porque aún así tiene beneficios. Esto se ha convertido en Sodoma y Gomorra, donde todo el que está de jefe de departamento hacia arriba, vive como Dios, y el resto sodomizados. Y la empresa funciona y funcionará así per secula-seculorum, y parece mentira que después de tantos años, aún sigamos permitiendo que nos la claven por detrás y sigamos teniendo que decir "ay que rico, sigue sigue". Señores, aquí no se va a solucionar nada. Hagamos como ha hecho toda la gente inteligente que ha trabajado en esta empresa. Busquemos otro trabajo, acorde con nuestra carrera, nuestra experiencia y nuestras expectativas. Cuando el cáncer tiene una metástasis tal que no se sabe ni por donde empezó, es imposible de curar. Yo ya he llegado a esa conclusión, la P está muy enfermita, y lo mejor que uno puede hacer cuando se hunde el barco es aprender a nadar.
Tenemos la empresa que merecemos, por estar tan desunidos como estamos y permitir lo que permitimos todos los días, pero demos a la empresa lo que se merece. Que los profesionales sigan largándose, como hasta ahora, y que esto se llene de pelotas como jefes y de inmigrantes sin cualificación como currantes (sin ofender, por supuesto), que son los únicos que aceptarán estas condiciones y sueldos. Quizá entonces, cuando pierdan clientes a mansalva, alguien, en algún despacho anquilosado de Madrid donde aún quede algo de sentido común, se pregunte dónde se quedó la calidad, la amabilidad y la leyenda.”