El 7 de octubre de 2009 incluía una entrada en este blog que se llama
debo partirme en dos. Hoy tengo que hacer la segunda parte porque es alucinante lo que acabo de encontrar entre los comentarios del día, pero para no repetirme con la canción de Silvio Rodríguez, utilizaré la fábula del burro, que viene al pelo.
Esta entrada no la hago porque sí, es porque, después de ver anónimos que me "animaban" a incorporarme a mi puesto de trabajo y dejar de vivir del cuento (según su percepción), esta tarde me encontré con uno, también anónimo, que pretende colgar un comentario en este blog que dice entre otras lindezas, "Jorge, me he enterado que estás trabajando en tu Parador y no me lo puedo creer, cuando lo que tendrías que estar haciendo es defender los derechos de los trabajadores y buscar soluciones a la infinidad de problemas que tenemos. ....(el resto no lo pongo porque utiliza exabruptos para intentar justificar lo injustificable) ". Por supuesto el comentario no fue colgado, porque carece de la más mínima educación.