lunes, 8 de octubre de 2012

A nuestros clientes


Queremos pedir disculpas y comprensión a nuestros clientes, por las molestias que les pueda ocasionar nuestra reivindicación.

La dirección de la empresa no nos deja otra alternativa.

Los trabajadores y trabajadoras de Paradores lo hemos intentado por todos los medios pero finalmente nos hemos visto obligados a convocar esta huelga.






2 comentarios:

  1. Pues adelante y mucha suerte. Como cliente que soy, os agradezco que veléis también por nuestros intereses; gozáis de toda mi comprensión, apoyo y afecto.

    Como trabajadora que también soy aunque no de Paradores, considero la limitación de nuestros derechos es algo que no podemos permitir y debemos luchar por ellos con uñas y dientes… nos jugamos la condiciones futuras y quizá no sean solo las nuestras.

    La empresa debería replantearse la situación respecto a esas jornadas maratonianas y salarios precarios… de lo contrarío no podrá mantener ese lema “Amabilidad, Calidad y leyenda “ que tantos beneficios les ha reportado y del que muchos hemos disfrutado y queremos seguir haciéndolo .

    Gracias por la información y recibid un afectuoso saludo.

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  2. Resulta emocionante leer en estos tiempos “HEMOS HECHO DE LA ATENCIÓN AL CLIENTE NUESTRA FORMA DE VIDA”, pero aún lo resulta mucho más saber que es verdad, que es así, que lo he podido comprobar y disfrutar desde hace casi cuarenta años cuando me quedé atónito mirando una armadura en la puerta de un Parador.

    Deseo mucha suerte como cliente a los trabajadores y trabajadoras de PARADORES, que es lo mismo que desearla a PARADORES, pues los trabajadores y los clientes son la sustancia y el sostén de cualquier empresa. Entendiendo por suerte que los altos directivos de PARADORES comprendan que según por qué cauces no se podrían mantener con verdad y prestigio esas tres palabras que a clientes y trabajadores nos han emocionado durante más de 80 años: CALIDAD, AMABILIDAD, LEYENDA.

    Cuesta mucho tiempo y mucho esfuerzo fraguar una leyenda como la de PARADORES, pero también es cierto que con muy poco tiempo y con malas artes cualquier leyenda menor destruiría esas tres palabras de oro.

    Mañana, como desde hace casi cuarenta años, también estaré muy cerca del espíritu de Paradores.

    Un abrazo.

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